Con respecto al cine, todas las películas sin valores artísticos o que no presenten ningún interés como diversión y que atenten a los sentimientos nacionales eran totalmente prohibidas.
La televisión también sufrió consecuencias negativas, ya que prohibieron muchos canales y programas y otros pasaron a ser no aptas para menores, como programas enteros, o sketchs de distintos tipos o simplemente avisos publicitarios. También usó el doble sentido en muchas ocasiones, abía actores que se burlaban de los militares y de muchas cosas que ellos hacían. No eran demasiado sutiles en sus monólogos pero los militares no podían censurarlos debido a que jamás los nombraba, solo daban pie para que uno sepa de quienes estaba hablando.
Abundaron en los estudios de radio las censuras y cuidados en los mensajes, llamados de atención, levantamiento de programas, clausuras de emisoras, prohibiciones, temas y personas de las que por “órdenes superiores” no se podía hablar. Se redujo la información de importantes artistas que tenían pensamientos en contra de este régimen.
Algunos diarios quizás sentían la presión de estos dictadores, y se dedicaron a publicar notas a favor de ellos y de su régimen. Algunos periodistas que hicieron investigaciones acerca de esta época aseguran que los militares utilizaron los diarios como una estrategia para afianzar su poder y continuar reprimiendo.
Para la generación actual, que nació en democracia, es muy difícil imaginar un país donde se escuchaba solamente la voz del gobierno y de los que lo apoyaron. También es dificil de entender que los ciudadanos argentinos se conformaban con imágenes falsas, en donde se representaba un país en crecimiento y no se mostraban los cadáveres que yacían enterrados en sus tierras y ahogados en sus ríos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario